Tuxtla Gutiérrez, Chis., 24 de enero de 2022.TecNM/DCD. El investigador Cesar Iván Ovando Ovando del Tecnológico Nacional de México, campus Tuxtla Gutiérrez en colaboración con el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez” estudian microorganismos con la capacidad de sobrevivir a condiciones que para otros seres vivos serían inhabitables.
Con este trabajo se pretende entender cómo algunos microorganismos se enfrentan a altas concentraciones de elementos tóxicos es de gran utilidad para reducir o mitigar sus efectos. El análisis de estas características será de gran utilidad para su aplicación en los distintos campos de la biotecnología.
Cabe mencionar que, desde que los microorganismos extremófilos (con la capacidad de sobrevivir en condiciones extremas) fueron descubiertos, la ciencia ha estado interesada en su fisiología única y su habilidad para adaptarse, ya sea a temperaturas extremas, la ausencia de agua o luz, lagos ácidos, altos niveles de radiación, o cualquier escenario que para otros organismos se vuelve inhabitable.
Asimismo, la mayoría de las bacterias que habitan ambientes extremos han desarrollado la capacidad de metabolizar y resistir el Arsénico empleando diferentes mecanismos; incluso en algunos microorganismos resulta ser un compuesto metabolizable empleado en la respiración.
César Ovando, estudiante del Doctorado en Ciencias de los Alimentos y Biotecnología del TecNM Campus Tuxtla Gutiérrez, comenta que “el que trabajo está enfocado en encontrar microorganismos que respiran y viven en presencia de altas concentraciones de arsénico para analizar los mecanismos que les permiten vivir en estas condiciones”.
El Arsénico es un semimetal ampliamente distribuido en la tierra, con constantes interacciones con la vida, sin embargo, se considera extremadamente tóxico. La cepa del estudio puede tolerar concentraciones de hasta 200 mM cuando una persona promedio resulta gravemente intoxicada a una concentración de 20 mM.
Por otro lado, el joven investigador agregó “usamos un enfoque genómico y metabólico y logramos identificar una bacteria, la cual fue denominada Staphylococcus ARSCP-1, en este microrganismo también se identificaron genes de resistencia a antibióticos tales como: amoxicilina, ampicilina, penicilina, gentamicina y genes de resistencia al Arsénico”.
Los estudios que se están realizando, sugieren que la reducción del arsénico genera un cambio en el pH en los microorganismos y un posible mecanismo de producción de energía que permite una mayor tolerancia en condiciones anaerobias (ausencia de oxígeno).
Por último, el investigador Ovando Ovando dijo que recientemente participó en el evento internacional “Archaea Power Hour: December meeting” con la ponencia titulada “Microbial side for the “El Chichón” Volcano” en donde se destaca el potencial de estas investigaciones al arrojar datos de gran importancia para el desarrollo de herramientas microbiológicas para la biorremediación, es decir, la recuperación de ambientes dañados producto de la contaminación con arsénico.
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